BIENVENIDO A MI SUBMUNDO

...................BIENVENIDO A MI SUBMUNDO......................
“Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impuso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina"

martes, 7 de mayo de 2013

Jabones artesanales choris y más

Jabones artesanales, normales y exfoliantes, fabricados completamente a mano por esta servidora, con ingredientes 100% naturales sin aditivos tóxicos para la piel y el medioambiente. Además bombas efervescentes, sales de baño, velas aromáticas etc. Venta por unidad y en packs presentación ideal para regalar.
Variedades: Rosa - Chocolate - Menta - Jazmín - Coco- Aloe Vera - Leche y miel - Leche y avena - Caléndula - Linaza y muchos muchos más

He aquí unas fotitos...

Para más información, y/o pedidos escribir a muralesuribe@gmail.com





Atriles Choros

Aprovecho este espacio para mostrar algunas de las cosas que hago con estos dedos crespos. Atriles choros para guitarras, charangos, bajos, etc. Confeccionados en madera, diseño y forma a pedido del cliente, en madera natural barnizada, color plano o pintados a mano por esta servidora. He aquí algunas fotitos. Para mayor información y/o pedidos escribir a muralesuribe@gmail.com











viernes, 3 de mayo de 2013

EL LOCO (1918) - KHALIL GIBRÁN

Me preguntáis cómo me volví loco. Así sucedió.
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras. Sí, las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado y que llevé en siete vidas distintas. Corrí sin máscaras por las calles atestadas de gente, gritando:
-¡Ladrones, ladrones! ¡Malditos ladrones!
Hombres y mujeres se reían de mí y, al verme, varias personas llenas de espanto corrieron a refugiarse en sus casas. Y, cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa me señaló gritando:
-¡Miren: es un loco!
Alcé la cabeza para ver quién era y, por primera vez, el sol besó mi desnudo rostro y mi alma se inflamó de amor hacia su luz, y ya no quise tener más máscaras. Y, como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis siete máscaras!...
Así fue como me convertí en un loco. Y en mi locura he hallado la libertad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.
Pero una cosa os pido: No dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad, porque ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

lalalala

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