FLÂNEUSE: Reflexiones en torno al partido UDI y la pena de m...

FLÂNEUSE: Reflexiones en torno al partido UDI y la pena de m...: El partido de la Unión Demócrata Independiente (UDI) propone un proyecto de ley que repondría la pena de muerte. Dos días después del an...

Para que nadie pierda la memoria...

   "Es que cuando vuelve septiembre, lo que más duele es la vida. Es saber que detrás de esas muertes hubo mucha vida. Y hubo más. Hubo una forma de vida… Hubo una forma de vida… Eso es también lo que en estos días –y en otros días– no deberíamos olvidar."

                                                                                                     "Cuando vuelve septiembre". 
                                                                                                                      (Columna de Antonia García Castro) VER LINK

Qué te pasa cuando escuchas a una persona opinando sobre las actividades del 11 de Septiembre, y comenta algo así como “todos los años lo mismo”, “hasta cuando van a hueviar”, etc. Cuando yo escucho eso, me pasa como el otro día, cuando escuché a alguien…muy cercano, opinar que la gente tenía “como que olvidarse”, y seguir adelante, o siempre íbamos a quedarnos pegados con el tema de Pinochet y los muertos y que así Chile nunca iba a surgir.                                                                              
 Yo respiro profundamente y pienso….bueno, a esa persona claramente no le mataron a ningún ser querido, ni tiene ningún cuerpo que encontrar. Y ni hablar de haber sido detenido o torturado. Y yo tampoco. Es más, yo ni siquiera viví esa época pues nací mucho después…pero no tan después como para no vivir sus consecuencias. Durante mi infancia casi nunca escuché esa parte de la historia de Chile, ni en mi casa, ni en el colegio, donde solo le daban bomba a, ya saben, la Guerra del Pacífico, la Independencia y blabla. Pero aun así, naciendo años después y siendo mantenida en esa especie de burbuja ideológica, cultural…hoy me indigno cuando escucho o leo ese tipo de cosas. Mi estómago se asquea, mis mejillas se llenan de rabia. Me viene una gana incontenible de desahogarme, que es por lo que estoy escribiendo ahora. Similar a cuando me entero de cualquier abuso cometido contra seres humanos, incluso animales, en cualquier periodo de la historia, y en cualquier parte del mundo. Pero peor, mucho peor, porque siento que esto pasó aquí mismo, sobre la tierra en que camino en este instante, en el país donde crecí. Mucho peor, porque jamás hubo justicia, porque siguen tratando de esconderla, de cambiarle el nombre. De que a todos nos venga el Alzheimer y olvidemos todo.

   Pero aunque así lo quieras es imposible, porque tu puedes salir a la calle, o abrir el diario, y ver que los mismos conchesumadres (perdone la expresión) que participaron, contribuyeron o incluso los que mataron y torturaron asquerosamente, ahora participan en empresas, se sacan fotos sonrientes, juegan Golf, viven tranquilamente en sus mansiones, participan en política. Mucho peor porque todo lo que se instauró bajo aquella dictadura sigue vigente, y lo vivimos todos. Mucho peor porque aun cuando a esto le llaman Democracia, vivimos bajo esa misma Constitución espuria y antidemocrática (y ratificada por Lagos).
  Porque somos un pueblo que aun no puede volar, de alas aun sangrantes, de heridas que no cierran, que no puede expresar su voluntad, enjaulado bajo una institucionalidad que no lo representa y que ni siquiera le permite elegir a sus representantes como corresponde, solo acatar órdenes y seguir haciendo lo que más les tinque a una minoría oligarca. Empresarios implantaron el sistema que les permitió hacerse ricos y hoy pueden ser ministros, o presidentes, mira tú. Y los otros, los que se suponía que nos traerían “la alegría”, solo se disfrazaron de “democracia”, se maquillaron, colgaron la carpa de circo tras la cual hicieron lo que les dio la gana. Dejaron todo tal cual y es más, sin arrugarse profundizaron el trabajo comenzado en dictadura, aumentaron las brechas sociales, abrieron la puerta al saqueo de recursos, privatizaron todo lo que quedaba de público, siguieron matando personas, persiguiendo mapuches, y en resumen durante décadas, metiéndonos ese su honorable miembro en el ojo a todos. Y hoy, todos se hacen los huevones, van al cine a ver “NO”, y aparecen en la tele con una sonrisita, diciendo que es muy buena, muy buena. De más po, súper buena la talla. Están diciéndonos con todas sus letras pobre del que reclame, que ahí tiene su tele para ver el reality, las noticias que nosotros queremos, su LUN para ver minas ricas, así que no joda más, que eso es de comunista, de encapuchado. Y aquí a los que joden les soltamos a los perros, que nos gastamos harto del PIB en eso. Así que sea buenillo, deje a su hijo en el jardín y trabaje todo el día, llegue a puro dormir, levántese más temprano que va en transantiago. No importa que no tengan tiempo para compartir. No pierda su tiempo analizando la realidad en la que vive, lo que le pasa a su vecino, la situación política de su país, eso déjeselo a los que saen. A usted le basta con la información que le damos. Lo verdaderamente importante es que usted trabaje, genere ingresos, porque tiene hartas cosas que pagar. Tiene que pagar por su salud, tiene que pagar por la educación de sus hijos, mire que mientras más pague son de mejor calidad. Tiene que pagar el crédito, las tarjetas comerciales, tiene que cotizar, tiene que darle utilidades desorbitantes a su AFP, por favor no pierda el tiempo en huevadas. Y bueno, cuando haya elecciones, vote por el personaje que más le suene. El que tenga más afiches, el apellido más rimbombante, o la gigantografía más grande y colorida de la ciudad, ojalá con hartos colores, ojalá todos los del arcoíris. Vote por ese y olvídese. Es más, si quiere vota y si no no lo hace, nadie lo obliga. Total, ¿a quién le importa?.

   Yo no sé si a usted le pasa esto, pero pienso que si lo siento yo, que soy solo una individua que ha hundido un poco su cabeza en la mierda para saber un poco las cosas que ocurrieron aquí, cómo será la rabia, el dolor y la impotencia de quienes lo vivieron en carne propia y aun lo sufren. Hoy Chile continúa partido en 2, como un jarrón roto, y creo que sí, seguimos pegados en el pasado, y somos todos unos traumados, ¿pero quién fue el que pensó que una dictadura tan cruenta no traería el trauma, las consecuencias, la impotencia, la violencia, la rabia, la división, la rebelión? ¿Desde cuando a los muertos se les olvida así como a perros, desde cuándo a nadie le da rabia que los asesinos mueran en sus mansiones, que convivamos bajo una Constitución manchada con sangre y en fin, todo lo que he comentado? Sé que hay mucha gente que piensa como yo, pero también sé que hay otros que tienen otro tipo de ideas, y las defienden respetuosamente, y que incluso hay quien ve a Pinochet como un salvador, y hay quien dice que todos merecían morir y otras volás de pasta. Pero lo que no entiendo es cómo a pesar de tener una postura contraria, digamos ideológicamente, no puedan experimentar al menos un poco de empatía, de respeto ante el dolor ajeno, una especie de sentimiento, que no dependa de las ideas pues no viene de la mente, sino del corazón. Un instinto que debiera ser natural, solo por el hecho de ser seres humanos y vivir en la misma tierra.

Yo también quisiera que se sanaran las heridas, terminara la violencia, las divisiones y que sigamos adelante, sin el dolor del pasado. Pero no desde el olvido, no desde las mentiras, ni el odio, pues éstos no sirven para pegar el jarrón...sino solo la verdad, la justicia y la democracia.